Posteado por: escritor apasionado | 2 diciembre 2009

Quincena cultural: Del 15 al 30 de Noviembre


Perdonen por el retraso, recién me senté a compartir los eventos culturales a los que asistí durante la última quincena de noviembre.
El artista Amaro Casanova patrocinado por Gloria y la Municipalidad de Lima tuvo la genial idea de exponer en varios parques de la capital una muestra de su trabajo mediante el diseño de vacas de diferente tipo vestidas con atuendos muy singulares y atractivos para incentivar en los ciudadanos la importancia que tiene este animal en nuestra vida, porque nos provee leche y carne. Mediante ello nuestros niños pueden crecer sanos y fuertes, pero además los adultos podemos gozar de una carne exquisita que tienta cualquier paladar sensible. Las fotos las tomé de tres lugares: La Plaza de Armas, Larcomar y el Paseo Saenz Peña.

De camino para Larcomar me topé con una galería donde se exponía una muestra colectiva de fotos en el Centro Cultural Ricardo Palma ubicado en Larco. Una de las fotos de esta muestra titulada: “Transiciones” me proyecto al preciso instante en el que viajo por la noche iluminado solo por la soledad de la luna que se disfraza de blanco en un cielo que ya nadie quiere mirar.

Aprovechando mi rápida visita por el distrito bohemio de Barranco, aproveché para tomar unas cuantas fotos de la costa verde. Siempre me ha encantado mirar desde lo alto el mar porque al contemplar el horizonte no solamente desboco lo que siento, me libro de las ataduras de la vida, respiro profundo y doy aliento tan profundo que serena mi alma; sino también porque al ocultarse el sol puedo decirle que se lleve toda la m… que llevo dentro y que al día siguiente cuando vuelva a salir traiga nuevas vibras y energías para empezar con fuerza y amor un nuevo día.
Por si acaso, verán en una de las fotos a un personaje al que nos tiene acostumbrados quienes paseamos con frecuencia el Parque Central de Miraflores. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Por cierto, el domingo 15 que estuve en el Cinematógrafo de Barranco se proyectó la película: “Sang Woo y su Abuela” de Lee Jung-Hyang. Al ingresar no sabía que iba a ver la misma proyección que viera años atrás titulada “Camino a casa”. La película es muy buena porque confronta dos generaciones, la de la abuela que vive en una zona rural, y la del nieto que viene a visitarla desde Seúl. Al inicio hay un conflicto muy grande, pero poco a poco el niño se logra adaptar a las costumbres de su abuela y empieza a cogerle cariño. Tanto así, que cuando se va luego le escribe para expresarle lo mucho que la extraña.

El viernes 20 estuve en La Máquina con mi querida amiga Nathalie que por cierto no veía hace time, me encantó verla y ponernos a platicar de variados temas. Al terminar, pasamos al cuarto del rescate, donde había una exposición de una escultura en metal elaborada por el artista plástico Miguel Angel Velit, se trataba de una combi asesina hecha con hierro. Me gustaría volverte a ver Nathalita, a ver si me sorprendes gratamente con otro milagro.

El sábado 21 fue un día dedicado exclusivamente al arte. Por la mañana empecé visitando el Museo de Arte y Tradiciones populares, ubicado en pleno Jirón de la Unión. Donde Máximo Laura usando hilos lograba formar hermosos cuadros que aparentaban ser lienzos. Un arte donde se mezclaba lo andino con lo abstracto. Una combinación perfecta que llamaba la atención de cualquier mortal que aprecia el arte.

Luego me fui a la Galería Forum, que para celebrar su XXXV aniversario, tuvo la excelente idea de exponer los últimos cuadros de Fernando de Szyszlo. Siempre me he sentido atraído por la pintura abstracta, y este pintor peruano a quien admiro mucho, sabe combinar muy bien la pintura precolombina con la filosofía surrealista. Octavio Paz escribió así de Fernando:
“Una pintura que no se entrega, replegada sobre su propia intimidad, que desdeña la complicidad sensual y exige al espectador una contemplación más ascética…”

En efecto Fernando de Szyszlo nos deja una vez no solo asombrados -yo por mi parte me quedé anonadado con su obra- sino también enciende la llama de la pasión por el arte. Aunque por más amor que uno le tenga al arte nunca alcanzaremos a interpretar a la perfección los sentimientos, ideas, convicciones, pensamientos, que salieron del alma del artista cuando pintó tal lienzo. Siempre queda la apertura libre de poder regocijarnos con la obra de un talento tan bien valorado como Fernando de Szyszlo.

Por la noche visité la Galería del Centro Cultural de la PUCP, donde se exponía el trabajo de Joan Miró, una de las grandes figuras del arte del siglo XX. Se le considera uno de los surrealistas más originarios. La verdad que al contemplar su obra me sentí sumergido en un acto mágico a través del cuál absorbí el contenido de esa fuente inagotable de donde emana no solo amor por la cultura, sino amor por la vida misma, por el ser humano, porque de eso se trata la exposición que pude vislumbrar aquella noche, de cuadros donde podemos vernos reflejados nosotros mismos.

Saliendo del Centro Cultural de la PUCP, visité a unos cuantos metros más allá, la Galería de Arte Contemporáneo “Enlace”, donde se exponía unas obras de cuatro artistas ecuatorianos Jorge Velarde, Patricio Palomeque, Roberto Jaramillo –me pregunto…¿No será nada con Julio Jaramillo?- y Wilson Paccha.
Original, juvenil y transparente. Abierta mentalmente sin prejuicios es esta muestra. Me llamó la atención aquel cuadro de Jorge Velarde donde se aprecia una tortuga cuya caparazón es su propia paleta de donde salen los colores con los que pinta su propio camino, eso tiene para mí un sentido vital porque la vida tiene el color que le queramos dar en circunstancias distintas. Felicito a estos jóvenes artistas por su trabajo. La forma en cómo retrata Roberto Jaramillo el acto de la procreación me pareció muy singular y creativo, porque detrás de cada acto donde se mezcla la entrega de cuerpo y alma, de sexo y amor, hay la posibilidad de poder dar como fruto de ello, un niño o una niña que a veces la vida nos presenta sin permiso. Después de todo, el amor es un riesgo que hay que saber no solo asumir sino también una vida que hay que aprender a valorar. Porque la vida –hoy más que nunca- está muy echada de menos.

Patricio Palomeque no se queda atrás cuando nos enseña el arte de poder contemplar desde dos ángulos distintos las reuniones sociales que se suscitan a diario en las ciudades. Reuniones donde sale a relucir las costumbres, la idiosincrasia, los valores y los motivos que nos unen y nos hacen hermanos.

Finalmente, Wilson Paccha nos muestra las diferentes facetas por las que puede pasar un ser humano, a veces un mismo ser se disfraza mostrando diferentes caretas a los demás, cuando en realidad se trata de una misma persona que hay detrás de múltiples formas de verla.
Antes de salir de la galería mi celular recibió un mensajito de texto de Katty, decía: “Qué haces amigo, estoy con unas amigas sin ningún plan, tú qué haciendo, ¿ocupado?”. Terminé de ver la muestra y al salir a Camino Real, la llamé, quedamos vernos en el ovalo de Miraflores. ¿Qué pasó? Jajaja, adivinen…

El último miércoles 25 de noviembre, adivinen dónde estuve, en el Centro Cultural Inca Garcilaso de la Cancillería de la República (Ministerio de Relaciones Exteriores). Se presentaba nada menos que Fatiha Benlabbah, Directora adjunta del Instituto de Estudios Hispano-Lusos de la Universidad Mohammed V-Agdal. Ella recitó varios poemas en árabe musicalizados por el pianista Martín Gallegos. Primero los recitaba en árabe, luego lo hacía en español.

Los poemas eran de varias épocas y versaban sobre la lluvia, el vino, la mujer, el cielo, el amor, la vida, en fin, la velada literaria estuvo excelente. Ese día estuve sentado a escasos metros del Presidente de la República y el Canciller. Nunca pensé que dichos personajes presenciaran tan magno evento. Ya se imaginan que los periodistas llovían aquella noche en aquel recinto. Recuerdo que uno de los poemas finales dedicados al vino decía algo así como: “Bebe, bebe, entrégate a la vida…”. Cuando le ofrecieron al Presidente una copa con pisco sour, éste le dijo a uno de los invitados: “Bebe, bebe”. Los comentarios háganlos ustedes mismos que yo me reservo el derecho de hacerlo por mi cuenta, jaja.


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